Durante dos meses y medio se nos encomendó la misión de relanzar la sala teatral de un espacio cultural, la sala vio interrumpida su actividad durante la pandemia por el Covid 19.
Se trabajó intensamente en el contacto con otras organizaciones culturales del territorio, y la comunicación no solo externa sino también interna.
Se introdujeron mejoras en la atención de redes sociales, se confeccionaron carpetas de presentación, se impulsaron publicaciones con pago en redes sociales. Se realizó un convenio con una entidad deportiva y se mapeó la zona para hacer más orgánico el trabajo.
Una de las tarea de exploración de público se realizó con la entrega de volantes en la zona de escuelas que representan el sector de mayor densidad poblacional dado que en los alrededores coexisten al menos 4 instituciones educacionales de nivel primario y secundario. Para el trabajo se transformó el único volante que reunía a todas las disciplinas, en tres volantes que representaban «Teatro», «Danzas» y «Fitness».
Por cuestiones presupuestarias hubo que interrumpir el trabajo, pero creo que marcó un antes y después en la organización, que sabrá aprovechar las acciones realizadas o nos convocarán en el futuro para continuar.
Algunas observaciones para realizar:
El área de comunicación es muy importante; si se usan redes sociales las respuestas a las consultas deben ser inmediatas y resolver cuestiones como horarios, publicando la grilla de cursos.
Las redes sociales no resuelven todo, para ello están las páginas webs; desde allí es posible poner rápidamente a disposición del interesado datos sobre la institución y acompañar con formularios de consulta y pago de seña.
Lo mismo ocurre con la venta de entradas al teatro; con una web propia no es necesario pagar servicios a terceros por el solo hecho de facilitar una interfaz. Las redes sociales no tienen botones de navegación y los links que ofrecen son básicos y dan prioridad a las fotografías. No reemplazan a las páginas web.
Tampoco es posible controlar las comunicaciones desde un smatphone, es decir, es posible pero se hace mal; crea la ilusión de practicidad pero las versiones de teléfono siempre son inferiores a las de escritorio, solo sacan del paso, porque una buena comunicación se establece desde un dispositivo con más prestaciones como lo es una notebook o computadora de escritorio.
Finalmente, los artistas deben asumir que no tienen la obligación de conocer de tareas administrativas ni que están capacitados per sé para hacerlo bien, todo lo contrario; la subjetividad, intuición e inspiración pertenece a otra esfera de la vida que poco tiene que ver con la tarea metódica de un estudio de público, plan de negocios y campaña de promoción. Mi mejor consejo es que confíen el balón a los especialistas si no quieren fracasar.